No hay dos adultos con discapacidades intelectuales y del desarrollo que sean iguales; por eso, llegamos a conocer a cada participante de nuestro Programa de Vivienda Compartida, a entender sus fortalezas, intereses y necesidades, y a encontrar el mejor entorno residencial para ellos. Los colocamos con familias de crianza solidarias, que les ofrecen una interacción alentadora constante en un entorno hogareño seguro y afectuoso.
Nuestro objetivo es ayudarlos a dominar tareas importantes del cuidado propio, como viajar en transporte público, hacer las compras, manejar sus finanzas y otras actividades fundamentales de la vida diaria, para fomentar su independencia. En HopeWell empoderamos a las personas a las que atendemos dándoles información y orientación sobre sus planes de servicio y objetivos de tratamiento, para garantizar que su mejor interés siempre esté en primer plano. Damos supervisión y capacitación a nuestras familias anfitrionas de vivienda compartida para ayudarles a afrontar cualquier reto o situación difícil que pueda surgir.
Aprender habilidades básicas para la vida, adquirir confianza para desplazarse y desarrollar la capacidad de tener relaciones exitosas son algunos ejemplos del tipo de crecimiento personal que vemos a diario en nuestros hogares residenciales para adultos con discapacidades intelectuales y del desarrollo y lo que hace que el trabajo sea tan gratificante.
Los apartamentos dotados de personal de HopeWell en el área metropolitana de Boston se asignan a adultos con discapacidades intelectuales y del desarrollo que necesitan más apoyo que el ofrecido en los hogares compartidos. La intensidad del apoyo depende de las necesidades individuales, pero todos los apartamentos ofrecen cuidado las 24 horas del día por parte de nuestro personal dedicado que trabaja para que cada adulto al que servimos desarrolle su potencial único.
Ayudamos a todos nuestros clientes a desarrollar las habilidades para vivir de la forma más independiente posible, como: