Los profesionales de apoyo directo (PAD), es decir, el personal de HopeWell que trabaja con adultos en nuestras residencias y nuestros cinco apartamentos dotados de personal, son esenciales para cumplir nuestra misión de enriquecer la vida y ampliar las oportunidades de las personas y las familias que necesitan amor, apoyo y un lugar seguro para crecer y prosperar.
Tenemos a Nicole, que asumió responsabilidades adicionales durante la pandemia cuando su supervisor estuvo de baja. Y a Dieulene, que se unió a nosotros en el cierre por la pandemia y empezó a trabajar inmediatamente en nuestras residencias. O a Drucilla y Serena, que permanecieron dos semanas seguidas en uno de nuestros hogares grupales de 24 horas en medio del cierre por COVID-19.
Estos son los compañeros y las compañeras que están allí las 24 horas del día, los 7 días de la semana para ayudar a adultos con capacidades diferentes a vivir de la forma más independiente posible. Cada día, los PAD de HopeWell comparten las alegrías y los desafíos de ayudar a los residentes a dominar tareas importantes de la vida diaria, como usar el transporte público, hacer las compras y manejar el dinero. Los empoderan y los animan a decidir por sí mismos dónde y con quién vivir, qué tipo de trabajo quieren hacer y cuánto apoyo necesitan para vivir la vida a su manera, alcanzar sus sueños y participar en sus comunidades.
Para HopeWell es un placer y un orgullo reconocer y homenajear a los 38 PAD de nuestro personal en la Semana Nacional de Reconocimiento a los Profesionales de Apoyo Directo, 13-19 de septiembre. Este año les agradecemos especialmente su papel fundamental durante la pandemia de COVID-19, al dar apoyo y ayuda a los más vulnerables para transitar este período de temor y aislamiento.
La pandemia supuso un gran reto para el funcionamiento de nuestros programas de vivienda grupal. Cuando el gobierno de Baker ordenó el cierre de todo el estado en marzo, nuestros PAD continuaron su trabajo, supervisando las 24 horas del día a los residentes de nuestros hogares grupales y apartamentos mientras sus programas de día y sus empleos terminaron abruptamente. Debido a la recomendación de quedarse en casa, durante muchos meses, los PAD fueron los únicos cuidadores presentes para nuestros residentes. Fue un período increíblemente duro para aquellos a nuestro cargo, para quienes el contacto humano es tan importante. Sólo recientemente han podido ver a sus familiares en persona.
A pesar de los riesgos para su propia salud, agravados por la escasez de equipos de protección personal (EPP) al principio de la pandemia, los PAD permanecieron voluntariamente con nuestros residentes que seenfermaron y, en algunos casos, ellos mismos se enfermaron. Una de nuestros valiosos empleados tardó varios meses en recuperarse. Pero ella, como todos los demás, volvió a trabajar cuando tuvo la autorización médica para hacerlo. Realmente, ellos hacen este trabajo por el amor que sienten hacia nuestros residentes.
Durante toda la semana homenajearemos a nuestros PAD en nuestros canales de las redes sociales por su dedicación, profesionalismo y compromiso para ayudar a que las personas con capacidades diferentes vivan una vida feliz y plena. Esperamos que nos acompañe en el reconocimiento a estos extraordinarios empleados. Si aún no lo ha hecho, síganos en Facebook, Twitter, o Linkedin.
Puede obtener más información sobre nuestros hogares dotados de personal en la comunidad y cómo ayudarlos.